Saber decir que no es saber poner límites. No está exenta de dificultades, ya sea en el trabajo o en la vida personal.
Esta dificultad es una dificultad para uno mismo; "Me gustaría hacer otra cosa pero no puedo" . Este problema puede surgir ante personas intimidatorias, autoritarias, exigentes, o por el contrario frágiles que generalmente se benefician de ello; en este caso, tenemos miedo de hacerles daño. O personas invasoras ocupando espacio....
Pero saber decir no es saber decir sí. La cuestión es entonces saber a qué decimos que sí.