Jean-Louis es farmacéutico de hospital en un hospital psiquiátrico en plena reorganización. Nada sale como él desea. Termina hundiéndose en el agotamiento y llama a Claude de Scorraille. Esto es lo que dice sobre el trabajo que hizo con Claude de Scorraille.
En este extracto de audio, nos hablará:
- las dificultades que encontró en el contexto de su trabajo en el ámbito hospitalario,
- las consecuencias que esto tuvo en su estado de salud,
- la terapia que hizo con Claude de Scorraille, psicólogo de LACT, la clínica del trabajo,
- y los resultados de esta terapia.
Aquí está su testimonio. Entrevista de Grégoire VITRY, cofundador de LACT.
El contexto
Soy farmacéutico de hospital y durante algún tiempo me encontré en un período de resistencia que me llevó al agotamiento.
En mi hospital había dos farmacias y mi jefe de departamento quería fusionar la mía con una farmacia de otro hospital. De hecho, amenazada por la creación de un grupo de pequeños hospitales, quiso "sacrificarme" para evitar ser "tragada" ella misma.
Entonces, en reacción inmediata, traté de encontrar aliados:
- el director de servicios económicos con el que traté de montar una nueva estructura; hemos creado una plataforma logística que combina servicios económicos y farmacia,
- el director del establecimiento
- Junta Directiva
- el presidente de la CME, Comisión Médica de establecimiento cuyo esposo de mi jefe de departamento era muy cercano.
Y, aunque me hicieron creer que esta fusión no se llevaría a cabo, un día entré a una reunión donde supe que la decisión estaba tomada y que esta fusión se iba a hacer bien.
Consecuencias
Todo había sucedido a mis espaldas. Empecé tomándome las cosas con ironía. Luego tuve conflictos con el director, un personaje perverso y narcisista.
Y una noche, fui a cenar con un amigo psiquiatra y me desperté en medio de la noche completamente angustiado; Definitivamente me estaba quemando.
Me puse en contacto con Lact que me atendió.
Me sentí "destrozado". Me pidieron que escribiera todo lo que estaba en mi cabeza, todos mis pensamientos negativos, y luego me hicieron hacer otros ejercicios más elaborados y muy concretos destinados a enfrentar la situación y modificar mi actitud. Al mismo tiempo, un psiquiatra me había recetado un nuevo antidepresivo cuyos efectos no me parecieron extraordinarios. Poco a poco, me sentí mejor. Y acepté la situación.
Hoy ya no estoy en la resistencia sino en la aceptación. Rechacé cualquier responsabilidad "institucional". Ya no participo de las decisiones del hospital, dejo ir todo lo que se me escapa. Y acepté la idea de no poder controlarlo todo.
Conclusión
Considero que la droga sofoca el síntoma pero que el apoyo en este tipo de situación de burnout es fundamental para lograr cambiar la actitud ante el/los problema(s) encontrado(s).