El séquito intenta hacer que la persona coma.
Lo intentará verbalmente diciendo: "come, come... adelante, come algo". Hacemos las cosas de manera diferente; alteramos radicalmente la dieta animando a la persona a comer muy poco de ciertos tipos seleccionados de alimentos. Lo que menos angustia es cometer una transgresión muy pequeña.
Como si se tratara de probar una cantidad mínima de algo que la paciente se ha prohibido durante mucho tiempo: una pequeña galleta, un pequeño trozo de pizza, un barco... Y la paciente no sentirá esto como peligroso porque esto la acción no pone en peligro su equilibrio. Por supuesto, a medida que avanza la terapia, la cantidad aumentará.
La familia podrá observar estos pequeños cambios, lo cual es importante, sobre todo si se trata de un menor. Y practica el conjuro del silencio para detener el intento de solución para que la niña se haga cargo de su problema sobre sus hombros.