Ante un intento de suicidio, nos encontramos en una situación que presenta un riesgo muy alto y que debe desembocar en esta palabra de honor. Tienes que estar seguro de poder comprometerte por completo para no acabar intentando encontrar una solución. ¿Podemos ser claros con el paciente diciéndole que la elección que ha hecho es el resultado de creencias?
No podemos comunicar nuestro objetivo al paciente porque no querrá volver a la sesión. Tenemos que hacer que él mismo llegue a esas conclusiones. Porque todo lo que se cree es verdad y es sobre esto que debemos intervenir.
Cambiar creencias en información no es suficiente; tienes que pasar por las emociones para modificar la percepción que a su vez cambiará el conocimiento. La persona lúcida y racional que dice "estoy enfermo, no me puedo recuperar, me quiero morir" o un empleado que, en el contexto de la crisis económica, ha visto la quiebra de su empresa y se encuentra sin trabajo, c 'es diferente. Estamos ante convicciones que se basan en una realidad concreta.