TRANSCRIPCIÓN DE UN TALLER LACT
Entre los diferentes perfiles de relación sistémica de liderazgo que hemos identificado, tenemos aquí un perfil denominado “democrático permisivo”.
Es alguien que, para establecer su autoridad, está más en la amistad, en el consejo.
Más bien buscará evitar conflictos, evitar mostrar su autoridad porque, de lo contrario, significaría que ya no es tan amigo. En consecuencia, para ejercer esta autoridad, este gerente tenderá a explicar, razonar, justificar su rol gerencial.
“Quien busca justificarse a sí mismo aparece culpable”
Pero cuidado, alguien que explica de esta manera y que en algún momento no lo logra o ya no lo logra, corre el riesgo de ser percibido por su equipo como extremadamente dañino porque “quien busca justificarse parece culpable”.
La autoridad no se justifica, la autoridad se muestra.
Eso lo vemos en las familias donde hay que saber decir “basta” porque es así, porque hay que hacerlo. Entonces, obviamente, si este gerente descubre que no está teniendo éxito, cuanto más se justifica y más alimenta la desconfianza y la inseguridad de su equipo, comenzará a quejarse a su jerarquía y terminará denunciando incompetencia en su equipo y comportamiento negativo, especialmente en un equipo como el de nuestro ejemplo, muy irracional, con etiquetas en las personas, rápidamente caracterizado como histérico para las mujeres y paranoico para los hombres.
“La renuncia es el suicidio diario”
Al cabo de un tiempo, a fuerza de agotarse en esta dinámica, acabará renunciando a ejercer su autoridad delegándola en el departamento de recursos humanos, pidiéndole que haga determinadas cosas en su lugar (referencia a las sanciones en particular). Aquí, la delegación es una renuncia a la autoridad. Y la renuncia "es un suicidio cotidiano", nos dice Balzac. Y eso contribuye en gran medida al problema general de este gerente y a la disfunción de este equipo, de ahí nuestra propuesta de coaching de liderazgo para este gerente.