La importancia de los hábitos disfuncionales desde una perspectiva sistémica
En el centro del enfoque sistémico está la comprensión de que los comportamientos problemáticos no están aislados, sino que son parte de un complejo sistema de interacciones. El libro enfatiza el papel central de los “intentos de solución”: aquellos comportamientos que los individuos repiten cuando intentan resolver un problema, pero que terminan empeorando la situación. Por ejemplo, la evitación o la confrontación pueden parecer soluciones racionales en un momento dado, pero cuando se convierten en hábitos redundantes, contribuyen a reforzar el sufrimiento. El enfoque sistémico estratégico, que Vitry desarrolla con precisión, permite deconstruir estos ciclos repetitivos e implementar intervenciones específicas para romper estos bucles disfuncionales. Este método destaca por su capacidad de observar comportamientos en tiempo real y ajustar las intervenciones en función de las reacciones del sistema en su conjunto.
39 hábitos disfuncionales descifrados
39 hábitos disfuncionales se clasifican en dos categorías principales: hábitos disfuncionales que generan evitación o provocan control y confrontación. Estas categorías permiten a los profesionales comprender mejor la naturaleza de los comportamientos problemáticos y, sobre todo, intervenir eficazmente para interrumpir estos patrones repetitivos.
La evitación como intento de solución redundante
Vitry define la evitación como una respuesta conductual dirigida a huir de una situación percibida como amenazante o incómoda. Esta es una estrategia en la que el individuo evita activamente enfrentar una dificultad, con la esperanza de reducir el malestar. Sin embargo, a largo plazo, esta estrategia fracasa porque refuerza los miedos o ansiedades subyacentes al problema.
Vitry distingue entre varias formas de evitación, que van desde la evitación física (no ir a un lugar concreto) hasta la evitación emocional (reprimir sentimientos o evitar conversaciones difíciles). En un marco sistémico, la evitación se vuelve disfuncional cuando se repite compulsivamente, impidiendo que el individuo enfrente directamente el problema y reforzando así el ciclo de infelicidad.
La evitación también puede manifestarse en las relaciones interpersonales, como cuando una persona evita discusiones importantes para no causar conflictos, pero termina empeorando las tensiones a largo plazo. La metodología de clasificación de Vitry busca identificar con precisión cómo se manifiestan estos comportamientos en la dinámica general de las relaciones de la persona, teniendo en cuenta sistemas familiares, sociales o profesionales.
Los hábitos disfuncionales vinculados a la evitación incluyen, por ejemplo, “evitar situaciones sociales que generan miedo”. Este intento suele estar relacionado con la ansiedad social. El individuo busca evitar cualquier situación en la que pueda ser juzgado o criticado. Aunque puede aliviar temporalmente la ansiedad, la evitación aumenta el miedo y el aislamiento a largo plazo.
Control y confrontación: la segunda categoría de hábitos disfuncionales
Vitry introduce el control y la confrontación como una segunda categoría importante de intentos de solución redundantes. A diferencia de la evitación, estas conductas implican la voluntad de actuar excesivamente para resolver un problema, pero sin éxito. El individuo busca controlar la situación o los demás, esperando con ello evitar la aparición de ansiedad, pero este control excesivo acaba creando más tensión.
Por ejemplo, en un entorno familiar, un padre que ejerce un control estricto sobre su hijo puede provocar una reacción de resistencia y oposición en este último, reforzando así el ciclo del conflicto. Este tipo de comportamiento también se encuentra en el entorno profesional, donde un directivo demasiado directivo puede minar la motivación y autonomía de sus empleados, generando un ambiente de trabajo disfuncional.
Vitry enfatiza que este tipo de intento de solución se convierte en un problema real cuando el individuo persiste en un enfoque controlador a pesar de los efectos negativos observados. Al clasificar este comportamiento como controlador/confrontador, Vitry ofrece a los profesionales un marco para analizar estos patrones repetitivos, al tiempo que consideran las interacciones sistémicas que alimentan y perpetúan el problema.
Entre los 39 hábitos disfuncionales vinculados al control, encontramos “Querer controlar tu comportamiento” o incluso “Querer controlar tus reacciones emocionales racionales”, por ejemplo.
Un enfoque basado en sistemas de percepción-reacción.
La clasificación de Vitry se basa en una comprensión detallada de los sistemas de percepción-reacción. Según este enfoque, las conductas disfuncionales no son respuestas aisladas, sino reacciones a percepciones específicas de los individuos en su contexto. Por ejemplo, una persona evita una situación porque la percibe como amenazante, u otra intenta controlarlo todo porque percibe una falta de control en su entorno.
Al comprender estos sistemas de percepción-reacción, los profesionales pueden comprender mejor la raíz de los intentos de solución redundantes e intervenir con mayor precisión. Esto ayuda a romper ciclos conductuales repetitivos al actuar no sólo sobre los comportamientos en sí, sino también sobre las percepciones que los desencadenan.
SYPRENE y la validación de esta clasificación
Vitry se basa en el trabajo de la red SYPRENE (Red de Investigación de Prácticas Sistémicas) para validar y perfeccionar esta clasificación de hábitos disfuncionales. SYPRENE, una red de investigación de sistemas, utiliza una metodología rigurosa para observar y medir los efectos de los intentos de solución en diversos contextos clínicos. Gracias a los datos recogidos por esta red, es posible demostrar la eficacia de la clasificación de Vitry en términos de diagnóstico e intervención.
Las observaciones clínicas llevadas a cabo dentro de la red SYPRENE confirman que estas dos categorías principales de hábitos disfuncionales –evitación y control/confrontación– están omnipresentes en las dinámicas relacionales problemáticas. También permiten perfeccionar las intervenciones terapéuticas, ayudando a los profesionales a centrarse con precisión en las conductas que deben modificarse.
Satisfacer la necesidad de formación en terapia sistémica estratégica breve
Como la terapia sistémica estratégica breve rara vez se enseña en los cursos de psicología o medicina, el trabajo de Grégoire Vitry también responde a una necesidad de formación. Ofrece una guía completa para realizar un diagnóstico operatorio no patologizante en el marco de una intervención breve y eficaz describiendo
los fundamentos del enfoque de Palo Alto, el progreso de las intervenciones, la estrategia de los sistémicos, la teoría de los intentos de solución y las principales prescripciones.
Este libro es una contribución esencial a la formación de profesionales en esta metodología biopsicosocial y al establecimiento de servicios estratégicos de atención sistémica, tanto en el sector público como en el privado, representando así un paso importante en una nueva lectura ecológica de la salud mental.
Autor: Grégoire Vitry
Título: Terapia Breve Sistémica Estratégica, Guía de Intervención para Hábitos Disfuncionales
Editorial: Deboeck
Fecha de publicación: 3 de octubre de 2024
¿Dónde formarse en el enfoque sistémico?
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