Coloquio IGB
Por Giorgio Nardone
Voy a hablar de 2 conceptos:
- verdad
- manejo
La verdad no existe. Es un invento del mundo occidental. El concepto de verdad aparece con Platón quien define el concepto de verdad absoluta como aquello que procede de Dios. Es a partir de este momento que aparece el concepto de filosofía en Europa.
No es casualidad que Platón inventa el concepto de manipulación para aplicar su concepto a su filosofía acusando a los 7 siglos de sofistería que la precedieron y es un poco casual que en este momento el mundo occidental tiene verdad y acción separadas.
Este concepto de manipulación aparece cuando aparece la primera forma de manipulación.
Estoy más interesado en la filosofía anterior a Platón en la que había sofismas. En este tipo de cultura no se habla de filosofía sino de sabiduría. Y el sabio sabía cómo pensar y actuar.
La traducción de la palabra sofista , el valor etimológico, significa el sabio excelente . Mientras que Platón transformó su definición de falacia en un manipulador deshonesto. La falacia nos ha enseñado a cambiar la realidad.
El primer psicoterapeuta de la historia se llamaba Antiphon. Había abierto una práctica en Corinto en el siglo quinto. Y fue muy efectivo ayudando a las personas a superar sus problemas. Escribió un texto: el arte de escapar de la aflicción (o el arte del consuelo).
Desde Platón y después, quisimos cancelar la tradición de la esfera griega.
Los sofistas fueron los primeros constructivistas de la historia en los que había muchas verdades. Protágoras fue condenado a muerte: el hombre es la medida de todo (de lo que existe y de lo que no). Es el hombre quien construye su verdad. Pero existe como este concepto Zen: verdad del error – verdades instrumentales, que construyen mientras actúan porque existen otras verdades del error.
2 ejemplos terapéuticos
que tratan de cómo los sofistas construyeron un modelo sin verdad.
El primer ejemplo lo implementó quien se hizo famoso, Simón el Mago.
Era un sabio que había estudiado con los sofistas y tenía que resolver un problema muy actual: una epidemia de suicidios.
En Mileto en esta ciudad el aire era irrespirable, por lo que ciertas mujeres tenían "deseos furiosos de ahorcarse".
Algunos intentaban detenerlos. Ningún intento de condena funcionó.
Así que pidieron la ayuda de Simon. Analizó la situación sin buscar la verdad. Sugirió la siguiente prescripción: “Haced un decreto en la ciudad proclamando: desde mañana toda joven que se suicidare, verá su cuerpo expuesto desnudo en la plaza principal hasta que llegue al estado de putrefacción.
Usó la lógica del sistema invirtiendo los hechos.
Encuentre esta historia (Los ahorcados de la antigua Grecia por Geneviève Hoffmann) en: http://bit.ly/TsX9Zz (página 4)
Otro ejemplo en el que terapeuta y paciente invierten las cosas:
Hipócrates (primero de los grandes médicos - sobrino de Gorgias) y Demócrito (gran filósofo - padre de la ciencia moderna).
Antes de Platón no se usaba la palabra manipulación.
Fue la palabra persuasión la que se usó: acompañar suavemente un cambio de punto de vista.
La manipulación es una intervención directa que fuerza.
La persuasión permite a la
persona cambiar su propio punto de vista y opinión.
Cuando Hipócrates tuvo problemas vio a Gorgias quien tuvo que persuadirlo.
En la ciudad de Abdera (Tracia), había muchos mercaderes que apreciaban a Demócrito que, gracias a su talento, atraía a mucha gente. Los comerciantes llamaron a Hipócrates ofreciéndole mucho dinero. Porque un día Demócrito deambulaba por las calles llamando loca a la gente. Luego se retiró a una casa cerca del afluente del río. Allí descuartizaba animales y estudiaba sus entrañas (era investigador en anatomía antigua). Se le pidió a Hipócrates que fuera a tratar a Demócrito. El problema es que si Demócrito enloquecía, toda la isla enloquecería porque venderíamos menos. (Demócrito atrajo a muchas personas como un sabio famoso ).
Hipócrates parte hacia Abdera.
Llega al puerto. Ve gente nerviosa. Tiene un sentimiento de vergüenza. Pregunta dónde está Demócrito. “Ves allá en esta choza, él abandonó su palacio para ir a vivir a esta choza”. Hipócrates se va para unirse a Demócrito.
En el camino siente su influencia y comienza a sentir el silencio, el sonido del agua. Hipócrates llega cerca de la cabaña y ve a un anciano con medio conejo en la mano, cuya bilis está estudiando. Él se acerca a él. Demócrito lo saluda amablemente y le pregunta quién es. Demócrito dice: “Tú eres el gran médico Hipócrates. Me alegra que estes aqui. Sabes que en la última parte de mi vida quiero dedicarme a la enfermedad que azotó a los habitantes de Abdera: ¡se pasan el tiempo persiguiendo dinero! El conocimiento antiguo dice que la locura se está extendiendo en la ciudad”. Entonces comienzan a hablar sentados en un colchón de hojas. Y de la mañana a la noche se quedan hablando. Ellos se gustan. Ellos se entienden. Al final Hipócrates tiene que irse y le dice a Demócrito: “por eso me llamaron (cuenta para qué le pagaron) ”.
Hipócrates le dice a Demócrito que no puede decir de qué hablaron. Demócrito le dijo: "Diles que me has curado porque ahora haré más famoso a Abdera escribiendo... un tratado sobre la locura". Hipócrates salió enriquecido de la filosofía de Demócrito.
Encuentre esta historia en detalle en: http://www.univ-montp3.fr/pictura/GenerateurNotice.php?numnotice=A3975
