Cuando solo consulta un miembro de la pareja o familia: Terapia indirecta
a cargo de Isabelle Grometto.
El trabajo con un solo paciente cuya petición se refiere a un problema de entorno, para quien la consulta de pareja o familiar es complicada, incluso imposible, nos llevará a considerar la terapia indirecta con, en el fondo, el vínculo como herramienta de cambio. Y es una de las particularidades de la Terapia Breve de orientación Sistémica y Estratégica poder contar con un dispositivo que le permite trabajar sobre todo el sistema involucrando a un paciente al servicio del cambio.
El contexto actual vinculado a la propagación del coronavirus y los acontecimientos que atravesamos hoy han organizado nuestro pensamiento en torno a la cuestión del vínculo. En efecto, obligados a vivir con nuestras parejas, familias, compañeros de cuarto por un lado, y privados de nuestra libertad de movimiento y reagrupamiento, es decir, separados de otros lazos, hemos visto las consecuencias de este patrón inédito. Entre eslabón alienante y eslabón perdido, la paleta de colores parecía haberse quedado en la estantería de la tienda cerrada por el confinamiento, abandonando ¾ de la humanidad frente a una elección sin elección, porque al final, el problema del vínculo es que es difícil, si no imposible, prescindir de él! Así como, como dijo P. Watzlawick, “incluso en el silencio, nos comunicamos”.
En el Enfoque Sistémico y Estratégico, el vínculo se ha convertido en palanca, el vínculo se ha convertido en un soporte, en un amigo del cambio, está en el corazón de la teoría, pero también en el centro de la práctica. Los fundadores de la Escuela de Palo Alto sentaron las bases de un trabajo que, 50 años después, se extiende por todo el mundo al integrar la cibernética de Wiener y su principio de retroalimentación, la Teoría General de Sistemas de Bertalanffy, y el análisis de las interacciones con los axiomas de la comunicación de Watzlawick. La emulsión actual de este revoltijo teórico es práctica, pragmática y no prescriptiva. Las herramientas disponibles para el terapeuta Sistémico Breve pueden ser utilizadas igualmente bien en el trabajo individual, de pareja o familiar. También permiten que los pacientes que desean ver cambiar sus relaciones se conviertan en co-terapeutas, actores activos en su sistema disfuncional que desean transformar.
Las herramientas estratégicas se utilizarán durante la sesión, pero también entre las sesiones y es en este punto donde el enfoque difunde su originalidad: A través del trabajo en la sesión, el paciente, acunado en metáforas, suavemente interrumpido por preguntas estratégicas, es invitado a abren los ojos a la luz del reencuadre empático y otras pequeñas maniobras benevolentes al servicio del cambio, serán invitados a evolucionar ellos mismos y en su contexto. A través del trabajo, entre sesiones, el terapeuta optará por dar ciertas prescripciones en lugar de otras. Tareas específicas que han ido surgiendo a lo largo del tiempo y la evolución del trabajo del MRI y luego las investigaciones-intervenciones del equipo del profesor Nardone. Tareas específicas dirigidas al cuidado y gestión del vínculo como la silla vespertina, el sabotaje benevolente, el conjuro del silencio, que puedes encontrar en el libro "estrategias para el cambio, 16 recetas terapéuticas", Vitry et al, Eres, 2020.
Y así será posible e incluso a veces preferible la terapia de pareja sin pareja o la terapia familiar sin familia en consulta. La palabra del paciente, no sujeta a la censura de quienes le rodean, se sentirá libre de cualquier juicio sin tener que optar por terapia de pareja o familiar cuando no lo desee o cuando los demás miembros en cuestión no estén motivados para seguirlo en consulta. Y es así como una mujer podrá recuperar un poco del poder que ha perdido o nunca ha logrado integrar a su pareja, que un padre, haciéndose cómplice del terapeuta, podrá elaborar una estrategia que permitirá actuar sobre las ansiedades de su hijo que ya no quiere ir a la escuela o que un jefe demasiado autoritario cambiará su comportamiento, frente al objetivo de sus ataques verbales que ha cambiado de dirección! Como podemos ver a través de estos pocos ejemplos, las aplicaciones son múltiples y posibles, ya se designe al paciente, es decir, portador del síntoma (bebe, está deprimido, etc.) o no portador (el paciente no no soporta más el consumo de alcohol de su cónyuge, sufre los celos del otro…)
Esta visión sistémica circular quita las anteojeras y ofrece una visión más amplia del problema al abrir el campo de posibilidades. La circularidad será sinónimo de corresponsabilidad más funcional que la visión lineal que empuja a cada uno a poner un dedo acusador sobre el otro haciéndole responsable del problema (¡si nuestra relación va mal, es culpa tuya!)
Finalmente, y como acabamos de ver, las herramientas de la terapia que se desplieguen en la sesión y entre sesiones tendrán, en el vínculo, una influencia con la que el terapeuta puede contar. Sobre todo, ofrece al terapeuta sistémico la elección de armas para combatir el problema, con la complicidad del paciente al que invita a convertirse en actor de cambio, ¡cambiando su visión de sí mismo, de los demás y/o del mundo!
