Pregunta :
Tengo un cliente que ha desarrollado una compulsión por Internet, probablemente por aburrimiento, y que ha desarrollado un intento de solución controlando su agenda.
Comentario :
Internet se asocia con el placer; por lo tanto, es una apuesta segura que cuanto más se prohíba algo placentero, un objeto de atracción, más aparecerá como aún más atractivo y contribuirá a reforzar el placer.
Para permitirle recuperar el control, tendrá que permitirle ir allí pero sabotear el placer ritualizando la acción. Y, además, acompañar esto con una multiplicación de placeres a medida que avanza la retirada de internet.